Los trastornos emocionales constituyen un importante problema de salud pública y numerosos problemas aparentemente físicos, tienen su origen en conflictos emocionales no resueltos. Algunos ejemplos son la hipertensión, síntomas gastrointestinales, dolores de cabeza, problemas en la piel, de sueño y un largo etcétera.
Es necesario comprender, resolver, educar y prevenir problemas fomentando la responsabilidad y el conocimiento de la persona en el propio control de la salud emocional, fomentando un papel activo en su cambio durante la terapia psicológica.
Mediante una terapia psicológica adecuada se superan los trastornos emocionales y también dificultades en la relación con los demás, como la timidez, déficit de habilidades sociales, problemas de pareja, etc.